El libro de los pequeños milagros, de Juan Jacinto Muñoz Rengel

El libro de los pequeños milagros

Autor: Juan Jacinto Muñoz Rengel

Editorial: Páginas de Espuma

ISBN: 9788483931462

Páginas: 131

Sinopsis
Hay sucesos microscópicos que, sin que nadie llegue a saberlo, pueden tranformar el universo por completo. Y hay renombrados acontecimientos históricos tan fortuitos que habrían sido otros apenas hubiera cambiado la dirección del viento. El libro de los pequeños milagros es un muestrario de estos hechos grandiosos y minúsculos. Es un pormenorizado catálogo de prodigios. Es un recorrido desde el fondo de nuestros cajones, desde debajo de nuestras camas, desde el falso techo de nuestro dormitorio hasta las galaxias más remotas. Es un bestiario, compruébenlo, miren el índice de las últimas páginas: es un bestiario. O, lo que es lo mismo, un manual de teología. O, para ser aún más exactos, es un tratado de micro-ciencia-ficción. O quizá no sea nada de esto en absoluto. Desde luego, eso seguro, no es el libro que usted espera. Pero sí el libro con el que estaba soñando.

Reseña de Rustis

¿Quién no se sentiría atraído por el argumento -más arriba podéis leerlo- que la editorial Páginas de Espuma muestra en este libro? La obra con la que estabas soñando: tomad esto de la manera que os venga, en primer lugar, a la cabeza, porque es muy probable que, sea la que sea la imagen que venga a vuestra mente, estaréis en lo cierto.

El libro de los pequeños milagros es uno de esos raros ejemplares que habitan el universo editorial en que, prácticamente cualquiera, puede encontrar algo que llame su atención. Y ya desde la portada: un perro verde con cuerpo de loro... O un loro con cabeza de perro verde. Creo que con eso, digo todo y enlazo, además, con una de las peculiaridades de esta colección de microrrelatos; se presenta como un bestiario y, además, ofrece un índice final que, al modo de Rayuela, nos indica un bonito orden en que podemos leer algunos de estos relatos consiguiendo, así, encontrarnos ante un auténtico compendio de bestias, animales extraños, hombres más extraños aún y prodigios varios. Al más puro estilo del bestiario medieval, pero sin serlo del todo: planteamientos de una fantasía totalmente moderna, toques de ciencia ficción, sonidos latentes que evocan a Cortázar, y una muy peculiar manera de mostrarnos el mundo.

Juan Jacinto Muñoz Rengel ha conseguido con este volumen algo que muy pocos “cuentistas” logran ya: sorprenderme. Quizá es que leí estos relatos con una baja expectativa provocada porque aún no había tenido la suerte de leer a este autor, y cuando recibí el volumen me negué a leer reseñas del mismo, con lo cual es muy probable que mi mirada fuera totalmente virgen. Si a esto se añade que el cuento, y particularmente el microrrelato, es uno de los géneros más complejos, este libro tenía muchas papeletas para convertirse en otro más cualquiera de mi estantería, y pasar sin pena ni gloria. Pero no ha sido así.

Juan Jacinto Muñoz Rengel

Estos microrrelatos se leen de una sentada pero, curiosamente, al paso de los días a uno le apetece volver sobre ellos, retomar uno o dos, volver sobre aquel que inspiró un pensamiento, releer aquel otro que provocó una risotada... Muñoz Rengel echa de mano de todos los recursos posibles para reconstruir nuestro mundo desde una óptica fantástica cubierta de filosofía, teología, antropología, zoología... En estos casi 130 relatos se combina la paradoja, la ironía, el sarcasmo, la crítica, la melancolía, la sexualidad, el amor, las confusiones... Enredos que nos hacen leer cinco líneas de una manera para, repentinamente, girar nuestra perspectiva, reubicarnos en el espacio-tiempo de la historia, y darle la vuelta completamente al sentido. Muñoz Rengel nos hace pensar: apenas un párrafo, dos a lo sumo, para captar un momento luminoso, un flash que aclara nuestra vista y provoca que nuestras neuronas se activen y se contagien del espíritu curioso, vivaz y reflexivo del volumen.

Y eso sin olvidar que la edición es fantástica: además de la ya mencionada portada, el libro adquiere la magia de un poemario, tanto en la distribución, como en el tipo de letra elegidos, los colores, e incluso la flexibilidad del tomo en sí, que nos permite leerlo, y volver a leerlo, anotarlo, revisarlo en la cama, en el sofá, de pie, en el metro o donde queramos. Como una leve pluma. Como si no contuviera la maravilla que se aloja en su interior.

Todo un acierto que ha logrado conectar con una lectora poco asidua del género fantástico y de la ciencia ficción. Un Muñoz Rengel inspirado que acaba de ganarse una rendida admiradora.