Memento MoriAutor: César Pérez GellidaEditorial: Suma de LetrasISBN: 9788483654538Páginas: 574
Sinopsis
Septiembre de 2010. Aquella mañana de domingo nada le hacía presagiar al inspector de homicidios de Valladolid Ramiro Sancho que acababa de dar comienzo una pesadilla que le dejaría marcado para el resto de sus días.
La investigación del asesinato de una joven ecuatoriana a la que han mutilado los párpados y en cuyo cuerpo han encontrado unos versos amenazantes ocupa las primeras páginas de esta novela negra.
Reseña de Rustis
El de César Pérez Gellida es uno de esos nombres que, desde hace
meses, veía saltar aquí y allá en las redes sociales. Iniciar la
lectura de su trilogía “Versos, canciones y trocitos de carne”
en la vorágine de los cientos de comentarios positivos que veo
semanalmente es una presión mayúscula, a la que se suma la
paciencia y carisma de un hombre que recibe día a día con buen
ánimo cualquier intento de sus lectores por establecer contacto.
Seguirle en las redes sociales es seguir todo un fenómeno de masas,
que nos redescubre al escritor que se aleja de la torre de marfil
para acudir al ruedo y dejarse leer, comentar y, muchas veces, mimar.
Son
presiones que siempre nombro porque están ahí, y porque juegan un
papel fundamental a la hora de enfrentarme a la escritura de mi
opinión sobre la novela. No es lo mismo acercarse a Vargas Llosa que
a Pérez Gellida, claro está: y no me refiero ahora a calidad
literaria, sino al talante con que este autor vallisoletano trata a
sus seguidores. La mínima posibilidad de herir a quien pasa los días
haciendo felices a sus lectores es -sigo diciéndolo- una presión
añadida. Y si subrayo esto es porque Memento
Mori ha
sido una novela que he disfrutado y que no podría dejar de elogiar
pero que, paradójicamente, me ha decepcionado mucho. Intentaré
explicar en detalle esta curiosa experiencia de lectura, para
aproximarme lo más posible a las virtudes y defectos -que de todo
hay- de este libro.
Nos
encontramos en este caso con una novela negra española que,
partiendo de este origen, resulta extremadamente original. El género
se ha puesto de moda, no cabe duda, y son incontables las ediciones
que podemos encontrar a día de hoy que exponen, con mayor o menor
fortuna, distintos puntos de vista sobre lo noir.
En este panorama hispánico que, por desgracia, comenzaba a ser
bastante discreto y repetitivo, la voz de Pérez Gellida asoma con
fuerza al igual que sucede -ya lo comenté en una ocasión anterior-
con el de Dolores Redondo. Ambientar los crímenes, la investigación
y toda una historia en su conjunto en la extraordinariamente pacífica
ciudad de Valladolid es todo un reto que aquí se cumple de sobra, y
que prueba que no hay lugar malo para contextualizar un tema, sino
autores que no saben hacerlo. Y en este caso Pérez Gellida sabe, y
muy bien.
En
este aspecto referido a la originalidad domina también, por
supuesto, una estructura narrativa vertida con hilo musical de fondo:
un asesino que pasea por las páginas desprendiendo su crueldad al
ritmo de las canciones que le acompañan, y que el autor reproduce,
completas o fragmentadas, al mismo tiempo en que narra. Hacer la
prueba de leer y escuchar a un tiempo es, sin duda, una experiencia
que aún no había probado y que cumple aquí una función primordial
a la hora de aportar veracidad a la acción: a través de la música
y de las letras, muchas de ellas extraordinariamente seleccionadas
para el caso, nos adentramos con profundidad en la mente de Augusto
Ledesma, un asesino en serie sociópata y sádico, al que conocemos
como tal desde el inicio. La historia de Memento
Mori
no trata de desvelarnos la investigación del quién,
porque lo que va a interesar es el porqué.
Para
ello, el foco primordial del autor se ha inclinado, sin duda, hacia
la construcción de los personajes. El mayor valor que puedo
otorgarle a la novela es el de haber sido capaz de pintar
protagonistas que podrían haber sido, como suele ocurrir demasiado
frecuentemente, muy tópicos y que, sin embargo, son aquí explorados
con atención y detalle para otorgarles auténtica vida. Entre todos
ellos quizá el mejor diseñado sea el papel del asesino, en cuya
mente escudriña un narrador omnisciente que es capaz de seducirnos
tanto en la presentación de la cruel actitud de Ledesma que, en
ocasiones, nos vemos atraídos por este serial
killer...
Hasta el punto de provocarnos momentos de profunda pena, de comunión
total con su oscuro pasado y las causas y consecuencias de su
infancia. Si no fuera porque no quiero equiparar esta novela con
ninguna otra para no ensuciar este relato de mis impresiones, diría
que la última vez que tuve semejante sensación fue ante el
despreciable pero tremendamente vivo dictador de El
otoño del patriarca.
Pérez Gellida ni es -ni pretende ser- García Márquez, justo es
subrayarlo antes de ver vuestros ojos abiertos como platos. Pero sí
puedo afirmar que, en mi experiencia lectora, puedo equiparar la
sensación de cercanía con el mal en ambos casos, algo que solamente
puede darse cuando el autor ha pensado mucho en su personaje, le ha
dado vida y le ha creado con tino y pausa, prestando atención a cada
detalle.
César Pérez Gellida |
No
me olvido de Ramiro Sancho, el incansable encargado de dar caza a
Ledesma, ni de Orestes o Pílades, impulsores y portavoces del
asesino, del especialista en perfiles criminales “Carapocha” y de
todos y cada uno de los personajes relevantes que habitan esta
novela. Pero quiero aprovechar este instante para poner de relieve la
que creo que es la mayor sombra que atenaza el texto y que quizá, en
mi caso, se vio subrayada por los excelentes comentarios previos que
había leído: el exceso de datos, de documentación y la, en
numerosas ocasiones, falta de habilidad del autor para aprovecharse
correctamente de ello. Mi impresión es que todo lo que Pérez
Gellida nos quiere aportar acerca de los asesinos en serie, el mundo
de la informática y los hackers
o
la literatura no está lo suficientemente imbricado en la trama, y se
resuelve casi siempre metiéndolo en las conversaciones entre los
personajes; algunas de ellas se hacen en exceso teóricas, y es
entonces cuando podemos ver con más claridad la condición de autor
novel de Pérez Gellida y su, todavía no del todo depurado, estilo.
A esto se suman algunas imprecisiones en el manejo de datos
literarios que, en todo caso, me niego a revelar, ya que he preferido
tratarlas de forma privada con el autor, con el afecto y buen ánimo
con que decidió recibirlas. Nada, en todo caso, que empañe su buen
hacer, aunque suficiente para llevarme esa pequeña decepción.
Al
margen de los “peros”, Memento
Mori
es una novela atinada en el ritmo, vertiginosa. No leemos, bebemos
las páginas, hasta el punto de que avanzamos en una carrera
frenética junto a los personajes que llega realmente a agotarnos.
Como si estuviéramos dentro de la historia. Como en los mejores
thrillers.
Como sólo alguien que verdaderamente ha pensado sobre lo que quería
contar y cómo, puede lograr. La historia engancha, está bien
construida y enlazada y no se abusa de las sorpresas ni de los giros
argumentales: solamente los suficientes para hilar la trama con
acierto. Me queda ahora la esperanza de ver crecer a Pérez Gellida
en las dos siguientes obras que completan esta trilogía, pues aspiro
a ver que los pequeños desaciertos serán superados con creces. No
me cabe la menor duda, pues apunta maneras.
Excelente reseña. Bien argumentadas las objeciones a las que no te pongo ni un pero. Bravo. Espero que si finalmente te animas a continuar observes esa mejoría que vislumbras.
ResponderEliminarGracias.
Gracias por pasar por aquí a comentar, César. Como siempre, eres todo detalles. He tratado de argumentar lo más posible, me alegra que así lo veas.
EliminarY sabes tú bien que he seguido leyéndote, pero no desvelo nada de momento ;-)
Un beso enorme
Sigue leyendo la trilogía. Te gustará
ResponderEliminarEn ello estoy, Pedro, ya sólo queda el tercero :-)
EliminarPues no puedo menos que regalaros un aplauso a ambos. Ojalá vuestro talante sea contagioso¡¡¡
ResponderEliminarMás tarde o más temprano caeré en la novela de César. Lo que más me frena es el número de páginas. Supongo que es muy difícil mantener cierto nivel de prosa durante mucho tiempo.
Yo me atrevo a considerarme también escritor (mejor seguiría diciendo funcionario) y bueno, si es una primera novela... Yo releo mis dos primeras y las sensaciones recibidas son graciosas a veces, deprimentes otras, e incluso prometedoras.
Gracias por la reseña, y que siga la suerte para el escritor¡¡¡
Rubén, bienvenido y gracias por pasarte a leer.
EliminarLa novela de César parece larga, pero no se hace larga, al final la lees en un suspiro, ya verás.
Obviamente no voy a juzgar igual a quien escribe su primera novela que a quien lleva ya mucho camino editorial, por eso los peros que le pongo no me parecen para subrayarse excesivamente, ya que es lógico que un autor novel vaya creciendo paulatinamente.
Un beso!!
A pesar que no soy fan de este género, tu reseña me ha motivado a querer leerla, si bien dices ya es repetitivo, yo no he leído ninguno, pero si me he topado con muchso títulos que giran en estos temas.
ResponderEliminarMuy buena reseña, bien justificada y pensada.
Desde ya te sigo!, estamos en contacto.
Un gran saludo.
R.
Muchas gracias por seguirnos, R, espero que puedas leer finalmente el libro y contarnos la experiencia. Un abrazo
EliminarMuy buena reseña. Creo qeu es la primera que señala algunos peros de esta novela. Pero veo que son pocos y que has disfrutado con la historia. A ver cuándo puedo hacerle hueco.
ResponderEliminarBesotes!!
Margari, estoy segura de que te va a gustar mucho.
EliminarYo sí que he leído por ahí algunos "peros", aunque siempre me daba la sensación de que no estaban fundamentados ni tenían demasiada lógica. Al leer la novela vi que era así, y que realmente hay gente que parece dedicarse a poner mal novelas en páginas de "opinión" no sé muy bien con qué objetivo.
Un besote!!
Buena reseña (como siempre). En España hay buenos autores de novela negra, quizás les falte un Stieg Larsson que los ponga de moda, pero para mí que hay nivel por encima de la moda nórdica. No he leído ninguna de Gellida, aunque están a la espera (últimamente estoy poco lectora de thriller, y mira que me gustan). Que sea original y con detalle y mimo en la construcción de personajes es un empujoncito más en la lista. Los "peros" se agradecen porque objetivizan el entusiasmo que he visto siempre.
ResponderEliminarBesos
Creo que ahora se está empezando a poner de moda, aunque como siempre el peligro es que gente que no sepa escribir se apunte al carro, como pasó con las intrigas vaticanas después de "El Código Da Vinci" o con la novela histórica. Habrá de todo, pero desde luego este autor y DOlores Redondo, aun estando de moda, van por encima de la media creo.
EliminarUn beso
Muy buena reseña. Su trilogía fue mi regalo de Sant Jordi, así que espero disfrutarla pronto, aunque hay mucho pendiente esperándome... Besos.
ResponderEliminarEmma, gracias por pasarte. Esperaré a ver los resultados de esa lectura. Muchos besos
Eliminaryo estoy liada con el ahora mismo, a ver que tal termina, de momento el principio promete
ResponderEliminar¡¡Bienvenida!! Estoy segura de que te gustará más y más según avanza. Un abrazo
EliminarLo tengo pendiente!!!
ResponderEliminarPero quiero hacerme con los dos siguientes para leerlos seguidos =)
Besotes
Para mi gusto César ha ido creciendo en cada novela, y creo que nos va a deparar muchas novelas memorables en el futuro. Besos.
ResponderEliminar¡¡Muy buena reseña!! Cómo se agradecen reseñas redactadas de modo impecable y con espíritu crítico, alejadas del elogio desmesurado. Lo dicho, te quedo muy agradecida.
ResponderEliminarBesos,
NO veo el momento de ponerme con esta trilogía pero entre tanta lectura conjunta, simultáneas y meses temáticos la voy dejando. La quiero leer del tirón así que necesito un margen.
ResponderEliminarBs.