Ashford Park
Autora: Lauren Willig
Editorial: Espasa
ISBN: 9788467034905
Páginas: 430
Sinopsis:
Clementine Evans siempre ha admirado a su abuela Addie: disfrutó de un matrimonio perfecto, tuvo tres hijos y una carrera profesional de éxito en una época en la que pocas mujeres la tenían. Pero cuando la familia se reúne para celebrar los noventa y nueve años de la abuela, un pariente la desconcierta con insinuaciones acerca de un secreto de familia largo tiempo sepultado que afecta directamente a Addie y que podría cambiarlo todo...
Cuando sus padres mueren, Addie, de tan sólo seis años, se traslada a Ashford Park, la gran mansión inglesa de sus aristócratas tíos. Allí crece, en el apogeo de la sociedad eduardiana, pero en realidad siempre siente que no pertenece a ese lugar. Su hermosa prima Bea se convierte en su amiga y aliada. Pronto, una guerra cambia la faz de Europa de manera irrevocable, afectando también a Addie y a Bea y a todos los que están a su alrededor, en particular al fascinante y atractivo joven que está empezando a salir con Addie. ¿Qué sucede cuando aparece finalmente algo que no se puede compartir?
(Sinopsis de la editorial)
Reseña de Rustis:
La lectura de Ashford Park me
ha regalado mucho más de lo que portada y sinopsis me prometían.
Todo parecía apuntar que estaba ante una de tantas novelas
románticas hipervaloradas por ser vendidas como similares a libros,
películas o series de televisión de éxito. Así, esa frase que
encabeza la portada, uniendo la fantástica “Downton Abbey” con
el entorno de “Memorias de África” me provocó la inicial
sospecha de estar más ante una promesa que ante una realidad. Aunque
yo no asimilaría ni el tema ni la ambientación de este libro con la
serie británica o la novela y película antes nombradas, sí he de
confesar que la cautivación que ha provocado en mí es bastante
similar.
Ya centrándome en el libro: la vida de
Addie y Bea no parece, a priori, aportarnos nada nuevo. Hemos visto
cientos de veces la historia de la niña rica y la niña pobre, que
aparece en el seno de la familia en el marco de un lugar lleno de
secretos. Sin irnos más lejos, desde el inicio recordé a la dulce
Fanny, de Mansfield Park;
otra prima pobre obligada por trágicas circunstancias a convivir con
unos tíos que, si bien le dan de comer, le refuerzan constantemente
su papel de pequeña criadita afortunada.
La
mansión protagonista nos trae a la cabeza a Jane Austen,
Rebeca... Asimismo, el
relato se asemeja, en su constante juego de saltos hacia delante y
hacia atrás, a la ya merecidamente reconocida escritora australiana
Kate Morton. El juego con la trama es muy similar, aunque en este
caso falta la sordidez, el toque lúgubre y gótico que muchas veces
alcanzan, para enamorarnos, las historias de Morton. No corráis, con
todo, y esperéis encontrar ninguna de estas pequeñas joyas
nombradas.
Sí,
puede que Ashford Park no
merezca el calificativo de “novedosa” u “original”, pues
claro está que no lo es. Pero sí es, a mi juicio, una buena novela.
La autora sabe distribuir extraordinariamente la información; sabe
aportarnos poco a poco los datos necesarios para formarnos una idea
de la historia, aunque muchas veces acabemos equivocándonos.
Asimismo, los personajes son sencillos, humanos, podemos sentirlos
como muy cercanos a nosotros y formar parte de su historia tan
profundamente que, sin remedio, es más que complicado dejar en
ocasiones la lectura del libro apartada.
No
puedo negar, además, que de nuevo me atrae el hecho de que un libro
vuelva a poner bajo el foco historias de mujeres. Los hombres que
aquí aparecen son importantes, únicamente, en tanto por lógica
llegan a catalizar el modo en que se relacionan las protagonistas.
Pero son Addie y Bea los verdaderos centros de atención de autora y
lectores. Cada una de ellas por separado, así como su relación
personal. Y fuera, pero muy cercana a ellas, la mirada del lector que
indaga, representada por Clemmie, la nieta que, quizá demasiado
tarde, pretende descifrar los secretos de la vida de su abuela Addie;
un personaje que nos engancha no solamente porque representa nuestros
deseos de conocer, sino también porque excita nuestra ambigüedad de
juicio en numerosas ocasiones, en las que dudamos sobre quién es “la
buena” y quién es “la mala” en esta historia. Si es que estos
papeles existen realmente en Ashford Park.
Algo que vosotros
-espero futuros lectores de esta novela- deberéis descubrir por
vosotros mismos.
Reseña de Mustis:
Leyendo la sinopsis de Ashford Park y las frases con las que algunas publicaciones lo resumen, intuía desde que lo tuve en mis manos que sólo podían pasarme dos cosas con este libro: o me encantaba o lo iba a odiar. Ahora que lo he acabado, puedo asegurar que se ha cumplido la primera opción.
Ya con el prólogo, situado en Kenia en 1926, conseguimos sumergirnos de lleno en la historia: asistimos a la presentación de los tres personajes principales (Bea, Addie y Frederick) de una manera muy dinámica, entre el gentío de Nairobi al llegar Addie en tren. Desde el principio adivinamos que hay secretos entre estas tres personas que conoceremos si seguimos leyendo, pues la tensión es patente entre ellos.
Lauren Willig |
Aparte del prólogo, el libro se divide en otras dos partes más: Ashford y Kenia. En todos los capítulos se va alternando entre presente y pasado (Nueva York, Ashford, Londres y Kenia). A muchos libros con esta misma estructura les sucede que, cuando se situan en el presente, la narración pierde ritmo e interés. En Ashford Park no ocurre así, tal vez porque el personaje de Clemmie, la nieta de Addie, tiene tanto carisma y su historia con Jon es tan interesante que Clemmie no se convierte en una mera investigadora de hechos del pasado; saber lo que le sucede a ella también es muy importante para nosotros.
Uno de los puntos fuertes de esta obra son sus personajes. Todos están muy bien construidos, y todos tienen sus claroscuros. Addie no es la típica protagonista buena y perfecta que no comete errores, ni Bea la mala del triángulo amoroso, sino una cabeza loca con muy poca suerte en la vida. También Frederick tiene un marcado lado oscuro, motivado sobre todo por su participación en la guerra. Además de estos tres, son muy importantes también los secundarios, como Jonathan, Anna o Marjorie, de los que tampoco nos quedamos sólo en su superficie.
En la contraportada del libro podemos leer: "Cuando Downton Abbey se encontró con Memorias de África". No suelo hacer mucho caso a este tipo de comparaciones; están hechas para vender más libros y no hay que creérselas demasiado. He de decir que en este caso la comparación es acertada. Las partes que suceden en Ashford Park tienen mucho en común con la famosa serie de la BBC, aunque centrándose en la vida de los dueños de la mansión y obviando la de los criados.
Y en cuanto a "Memorias de África", la segunda parte del libro (titulada Kenia) bien podría haber empezado: "Yo tenía una granja en África..." pero cuidado, no como plagio, sino como un gran homenaje al libro y a la película. Hay detalles que nos los recuerdan, como que Bea quiera aprender a volar en avioneta y, el que más me ha gustado, el Concierto para clarinete de Mozart que suena en el safari del libro y que es parte importante de la banda sonora de la película.
Si os gustan las grandes historias de amor, los personajes con pasados ocultos que tenemos que descubrir, las sagas familiares, los relatos que nos llevan de una época a otra y de uno a otro lugar... todo esto lo tenéis en Ashford Park.
Nuestro agradecimiento a la editorial Espasa por el envío de este ejemplar
Tiene todos los ingredientes para gustarme. Voy a ver si la encuentro en versión original ;)
ResponderEliminarGenial la idea de leerlo en su versión original. Si lo haces finalmente nos contarás tu opinión, ¿verdad? ;-)
ResponderEliminarUy, no leo nada de cuiestra reseña, porque cuento leer este libro a no muy tardar, y claro, si no....igual me spoileo entera, jajajaja.
ResponderEliminarAún así, gracias por reseñarlo! :D