La solterona
Autora: Edith WhartonEditorial: ImpedimentaPáginas: 144
Sinopsis
Nueva York, mediados del siglo XIX. Mientras Delia Lovell se prepara para asistir a la boda de su prima Charlotte, ésta aparece en su casa y le revela un terrible suceso que ambas mujeres, por distintas causas, se ven obligadas a esconder, mientras la ansiada boda se cancela. A partir de ese momento, sus vidas quedan atrapadas por este secreto que las unirá para siempre enfrentándolas al estricto mundo en el que viven.
Reseña de Rustis
En el Nueva York de mediados del siglo XIX ser mujer, y serlo dentro
del extenuantemente rígido mundo burgués, no era cosa fácil. Esto
es, de forma resumida, una buena manera de explicar lo que Edith
Wharton nos enseña en esta pequeñita novela que leí casi en un
suspiro y que no puedo dejar de recomendar.
Edith Wharton |
Para mostrar este universo hostil y angustioso, la autora elige a dos
mujeres que cumplen en la historia la misión de representar dos
maneras de sentir y vivir aparentemente distintas pero, en el fondo,
muy similares. En primer lugar se nos presenta a Delia, la
cumplidora, firme representante de su clase social, feliz de puertas
para afuera, pero con un universo interior que, desde las primeras
páginas, revela una terrible realidad: la experiencia de que el
matrimonio es, en ese tiempo histórico, la única salida -y no
sencilla- para la mujer. Y que, aun cumpliendo con este inamovible
rol, no tienes asegurada la felicidad. Sólo eso que todos ansiamos:
seguridad. Frente a ella, Charlotte, la solterona que presta título
a la novela. Con ella, Wharton nos pone frente a la compleja
situación de ver cómo el incumplimiento de la imprescindible
prudencia, lleva a una mujer a destrozar su futuro para pagar el
precio de los errores pasados. Charlotte es la mujer extraña
atravesada en un mundo de apariencias y de extrema moralina; si aún
hoy en día ser una “solterona” -y nótese el sentido peyorativo
del término- es saltarse, de algún modo, una regla no escrita,
imaginaos lo que significaba serlo en esos tiempos de maricastaña.
Al final, ese terrible y secreto error de Charlotte es el sustento de
la historia de ambas, que verán cómo sus dos vidas, que comenzaron
de formas tan diferentes, quedan atadas por un lazo imposible de
eliminar. Y ahí debe quedar la cosa porque, lectores, no pretendo
destrozar a nadie el misterio del caso. Aunque seguro que más de uno
ya tiene en su cabeza una idea de cuál puede ser ese tropezón
cometido por la pobre solterona.
De todos modos, este esbozo de la trama es solamente la punta del
iceberg de lo que podemos encontrar en la novela. Lo más
interesante, según mi lectura, es percibir el desasosiego y angustia
latentes en ambos personajes a lo largo de todo el texto. Wharton
consigue transmitirnos esta sensación con un estilo donde prima la
sencillez, la sobriedad y, por encima de todo, los silencios. Muy
pocas palabras por parte de las dos protagonistas, apenas las justas
para seguir la historia, mientras el narrador escudriña en la
psicología de ambas y nos la presenta a través de mínimas
descripciones en las que, hasta la apariencia de los objetos o las
habitaciones colaboran en mostrarnos la marginalidad en que estas dos
mujeres se sitúan dentro de su estatus social.
Tanto la “felizmente” casada Delia, como la solterona, acaban
cayendo en desgracia, puesto que en plena burguesía decimonónica
todo secreto que amenace con alterar el orden social debe ser
escondido bajo la alfombra. Como las bombas enterradas bajo tierra
que sólo amenazan a aquellos que conocen su existencia: así, el
secreto de Charlotte y Delia, compartido por el lector, es el
“tic-tac” que nos pone en una constante alerta de que algo
terrible puede suceder en cualquier momento. Aunque, en este caso,
insisto en que lo importante no es tanto el “qué” sucede sino el
“cómo” sucede y, sobre todo, cómo lo viven estas dos mujeres
que, con cada una de sus decisiones, estrechan el abismo que las
separa hasta hacerlas casi un único personaje. En ambas, y vuelvo al
inicio, queda agazapada la esencia de esa difícil existencia de la
mujer burguesa decimonónica. Maravilloso ver cómo en tan pocas
páginas fue Edith Wharton capaz de sustentar en perfecto equilibrio
todo ese magma contenido, a punto de la explosión. Un texto
imprescindible, redondo, perfecto, desasosegante pero muy atractivo y
de lectura inaplazable. Ya estáis tardando.
- Agradecemos a la editorial Impedimenta el envío de este libro.
Me has dejado con la intriga de saber cuál es el secreto que comparten estas dos mujeres, aunque algo me barrunto, a ver si puedo hacerme con el libro y descubro si estoy o no en lo cierto.
ResponderEliminarUn saludo.
Es un libro buenísimo. Besos.
ResponderEliminarQué ganitas le tengo a este libro! Y después de leer esta reseña, aún más!
ResponderEliminarBesotes!!!
Me gusta ese contraste de personajes: la mujer arquetipo de un tiempo y un lugar y la otra mujer rompedora de reglas. Ya estaba anotado el libro, pero le has dado un empujón que no veas. Magnífica reseña.
ResponderEliminarBesos!
¡Hola! -espero no interrumpir- Este blog está nominado para Liebster Award, si quieren saber de qué trata todo esto, les dejo la entrada: http://laamantedelamusicayloslibros.blogspot.mx/2014/01/liebster-award.html para que vean las bases o normas de Liebser Award, espero y les guste la idea, les mando un beso, hasta luego:)
ResponderEliminarLo tengo pendiente!!
ResponderEliminarAdemás la edición es una monería =)
Besotes
Me encantó este Libro. es una lectura muy muy recommendable. Y las ediciones de Impedimenta son una tentación siempre.
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