Billie, de Anna Gavalda

Billie
Autora: Anna Gavalda
Editorial: Seix Barral
ISBN: 9788432221057
Páginas: 247

Sinopsis
Franck y Billie provienen de orígenes muy diferentes. No sólo no estaban destinados a encontrarse sino que, además, tenían todas las papeletas para que la suya fuera una vida nefasta marcada por la miseria -miseria física, moral e intelectual-. De verdad, todas las papeletas. Hasta que un buen día (el primero de su vida) se conocieron.
Esta novela cuenta una inmensa historia de amor entre dos patitos feos que, a fuerza de obligarse mutuamente a levantar la cabeza, terminan por convertirse en dos grandes y majestuosos cisnes. Billie nos habla de la amistad como la verdadera familia, del valor de saber ser diferente frente a los convencionalismos y de la capacidad transformadora del amor absoluto.
(Sinopsis de la editorial)

Reseña de Mustis

Nunca había leído nada de Anna Gavalda, pero tenía muy buenas referencias de sus anteriores obras. Cuando me enteré de que Seix Barral había publicado Billie, leí su argumento y vi esa portada tan bonita y llamativa, (por cierto, sólo comprenderéis por qué esta portada para este libro si lo leéis hasta el final), decidí que ésta sería mi primera lectura de esta autora. .

Al principio de la historia, Billie y su amigo Franck se han caído a una zanja por una razón que aún no conocemos. Franck está malherido, la noche se les echa encima y no pueden hacer otra cosa que esperar a que alguien les ayuda. Durante esa larga noche de angustia, la propia Billie en primera persona le cuenta a una estrella (y con ella a nosotros también) cómo ha sido su vida y la de Franck desde su infancia hasta este momento.

Según vamos leyendo nos damos cuenta de qué infancia más infeliz han tenido Franck y, sobre todo, Billie. Anna Gavalda no se recrea en ningún momento en darnos detalles escabrosos de lo que les ha sucedido, pero nos deja muy claro que ha sido una niñez negra, sin amor y sin ninguna esperanza. Hasta que Franck y Billie se encuentran y comienza el resto de sus vidas. Y aquí comienza su grandiosa historia de optimismo, de cómo luchan contra un mundo que les excluye y poco a poco, a pequeños pasos, van consiguiendo avanzar, primero en su pueblo y luego ya en París, y construirse un futuro que nunca habrían imaginado.

Puede decirse que de lo que fundamentalmente trata este libro es de una maravillosa historia de amor. Franck y Billie no son pareja, tampoco familia, pero se quieren con un amor verdadero y se empujan el uno al otro a seguir viviendo, a seguir construyendo su felicidad aunque sea a contracorriente y a pesar de su duro pasado. Saben que siempre podrán contar el uno con el otro, nunca se han fallado e intuimos que nunca se fallarán. A pesar de que no siempre pueden estar físicamente juntos, la mera existencia del otro les basta para sobreponerse y tirar siempre hacia adelante.

Anna Gavalda

Lo que más me ha sorprendido de Anna Gavalda es su capacidad para construir a Billie sobre todo a través de su lenguaje. Cuando leemos no nos imaginamos a una chica cualquiera; Gavalda se ha inventado una manera de hablar para ella (es malhablada de una forma divertidísima, encadena unos pensamientos con otros a una velocidad de vértigo,...). Si todos tenemos nuestras peculiaridades a la hora de expresarnos, Billie también las tiene, y no podríamos imaginarla dirigiéndose a nosotros utilizando una forma de hablar distinta a la que la escritora ha creado para ella.

No esperaba que Billie me gustara tanto. Empecé a leerlo un viernes con el propósito de tomármelo sin prisas, con calma. Pues bien, el sábado ya lo había terminado tras pegarme una maratón de lectura porque me era imposible dejarlo. Cuando empezamos el libro no sabemos quién es Billie: si es pobre o rica, si es guapa, qué vida ha tenido... Es más, si nos la encontráramos por la calle jamás nos habríamos fijado en ella. Cuando lo acabamos, Billie nos ha robado el corazón, nos ha enamorado de tal forma que desearíamos que esta pobre chica malhablada existiera realmente, para poder darle un abrazo y decirle que nosotros, como su Franck, siempre estaremos a su lado.

Esta reseña ha sido publicada previamente en Anika entre libros