La última vuelta del scaife
Autora: Mercedes Pinto Maldonado
Editorial: Autopublicado
Sinopsis
La última vuelta del scaife nos relata la dilatada y escabrosa vida de Josué, un judío que huye de Alemania a los diecinueve años, en los albores del nazismo, empujado por un amor imposible.
El protagonista nos narra su historia desde el ocaso de su aventura vital, cuando al fin alcanza la serenidad ansiada. Educado en un ambiente judío ortodoxo, necesitará una larga «travesía por el desierto» para comprender, a través de los dos grandes amigos que encuentra en el camino, que más allá de religiones y culturas existe un denominador común a todo ser humano: la capacidad de sobreponerse al instinto de supervivencia por el bien más preciado de la humanidad, el amor. Al igual que el scaife da vueltas incansable para convertir un diamante en bruto en una cegadora estrella, la vida girará alrededor de Josué durante casi un siglo, implicándolo en las situaciones más adversas e inesperadas, hasta hacerle comprender que en realidad su viaje no era una búsqueda, sino una huída de sí mismo. Nos encontramos ante una narración ágil y muy documentada.
Reseña de Vustis
Descubrí La última vuelta del scaife casi de casualidad, y la casualidad hizo que pudiera conocer a la autora y que, con los pequeños retazos de la historia que nos mostró, me picase la curiosidad por leer sus libros. Y aquí me encuentro, ante un reto al que nunca le ponía fecha, y al que Rustis y Mustis me animaban: saber si era capaz de hacer una reseña.
Cuando empiezo a leer la historia de Josué ya conocía a Lucía y pensaba que ninguna otra historia iba a ser capaz de atraparme de esa manera, de catapultarme a su interior y vivirla como si fuera uno de los personajes.
He escuchado por ahí decir que esta novela es histórica. Me voy a permitir la licencia de decir que yo disiento de esa afirmación. No me ha parecido en ningún momento que sea una novela que encaje en el género, ya que a mí (desde muy pequeñita) me han espantado estos episodios (y quien lo dude, que le pregunte a mis profesores del instituto). La última vuelta del scaife nos adentra en la vida de Josué que, evidentemente, ha tenido que ocurrir en algún momento determinado y en algún lugar. Mercedes Pinto, estoy convencida, ha debido hacer una investigación bastante exhaustiva para conocer y poder mostrarnos cómo era la vida en la Alemania de la guerra para la comunidad judía o en África en la primera mitad del siglo XX para los garimperios del Río Orange o para los nativos esclavos, por poner dos ejemplos de los lugares en los que transcurre su novela y que ella nos muestra, pero sin que resulte pesado en ningún momento.
Me asombra la capacidad de la escritora (y me ha pasado en las dos novelas que he leído suyas) para plasmar tanto los lugares, como los personajes e incluso las sensaciones que ellos mismos tienen. No sé si el resto de lectores que hayan tenido el scaife entre las manos habrán tenido la misma sensación, pero la mía ha sido muy real durante toda la lectura. He podido sentir tanto el amor, como la pena, la tristeza y la rabia de los personajes para terminar con una sensación de alegría y paz interior como la que vive Josué al final del relato. Además y, a pesar de las descripciones, no es un libro lento, la autora no se detiene en exceso en cada uno de los episodios que van sucediendo, lo que ha hecho que la novela me guste más todavía, ya que si el ritmo es demasiado lento me acaban aburriendo y me cuesta hasta terminarlo.
Dentro de la variedad de personajes que encontramos en la novela y que van pasando por la vida del protagonista (por qué no decirlo: hay para todos los gustos), el que más me ha llegado ha sido Kuaima, que para mí, representa la nobleza, el coraje, la fuerza y el saber sobreponerse a todos los problemas, el amor que es capaz de regalar, desde su más tierna edad, ya que siendo un niño pequeño hace alarde de ello y de sus capacidades en el episodio vivido con el colono (me permito no nombrarle, puesto que este personaje es el que mayor aversión me ha producido de todo el libro).
Por otro lado está Carlos, que también es un amigo donde los haya, aunque los comienzos de su relación resulten un tanto complicados, que desde el primer momento le demuestra a Josué que por él hará todo lo que haga falta, sin importarle lo más mínimo lo que le pueda costar, y no sólo económicamente hablando, ni hasta dónde tendrá que llegar para que el protagonista pueda conseguir el sueño de toda su vida.
Tras una infancia feliz y todas las penurias que Josué vive en su juventud y madurez llego al final de la historia con una sensación de “pobre hombre, qué mal le ha ido en la vida” hasta que en las últimas páginas, ¡sorpresa de Mercedes! Josué, en su perseverancia por conseguir su sueño, descubre que se ha hecho realidad completamente, aunque él haya estado en la distancia. Nunca habría podido imaginar el giro que le da la autora, que ha hecho que me quede con ganas de más.
Reseña de Rustis
Conocí a Mercedes Pinto, en el mundo
virtual, cuando hace no demasiado tiempo publicó en su blog una
comentadísima entrada en la que ponía sobre la mesa las diferencias
entre la autopublicación y la vía editorial. Esta última no salía
muy bien parada, pero el modo sincero y honesto con que la autora se
expresaba convencieron a muchos de que lo que estaba contando distaba
muy poquito de la realidad. Me pareció valiente, sobre todo. Así
que desde aquel día le seguí la pista intentando decidirme por
alguno de sus libros y guardarle un hueco. Esa oportunidad vino de la
mano de los blogs «Juntando más letras», «De lector a lector» y
«El búho entre libros», que mano a mano organizaron la
macrolectura en la que esta triple reseña se inserta. Mercedes Pinto
había descubierto, no sin cierta tristeza, que la editorial original
de La última vuelta del scaife
había encontrado en sus almacenes un buen montón de ejemplares que
ella, sin dudarlo, optó por dedicar y enviar a quienes aceptamos el
reto. Aun así, es necesario informaros de que hoy en día solamente
podéis leer este libro en edición digital.
Debo
reconocer que, a priori, La última vuelta del scaife
era probablemente el libro que menos me apetecía de los escritos por
Mercedes Pinto. Sólo me echaba para atrás una cuestión, que en mi
caso pesa mucho: su posible adscripción al género histórico. Quien
me conozca sabe que rehuyo en estos casos porque jamás he sido capaz
de encontrar ni una sola novela en dicho género que me haya
convencido. Pero probé suerte y, para empezar, a mi modo de ver, y
aunque los acontecimientos principales del siglo XX afectan sin
dudarlo a los personajes de esta historia, estamos más bien ante un
drama con ciertos toques de aventura que ante un libro histórico. Y,
desde luego, el reto de combinar todo en una sola novela le ha salido
a Mercedes Pinto «respetablemente» bien. Matizaré por qué no me
atrevo a decir que le ha salido muy bien.
El
plato fuerte de La última vuelta del scaife lo
constituyen, sin duda, los personajes. Creo no equivocarme al pensar
que la autora fijó un tanto por ciento muy elevado de su atención
durante la escritura a construirlos de la manera más viva y completa
posible. Así que los tres protagonistas del relato, Josué, Carlos y
Kuaima, son personajes muy bien dibujados, completos, humanos. No
vamos a conocer a tres seres perfectos como los que muchas veces
pululan por la novelística española actual. A la autora no le ha
interesado en ningún momento presentarnos una historia maniquea, así
que en todas y cada una de las reacciones de los protagonistas
podemos vernos perfectamente reflejados. Están vivos, son tan reales
que vamos compartiendo con ellos sentimientos a lo largo de todo el
relato. A este buen tino con los personajes se suma una ambientación
muy conseguida, pese a las dificultades que entrañaba una historia
que se sitúa en un arco temporal muy largo (1911-1991) y que,
inevitablemente, chocaba con las vicisitudes sociohistóricas -no
pocas e importantes- del siglo XX. Todo aparece encajado de manera
soberbia en la novela, sin diluirse en el relato hasta hacerlo
parecer descontextualizado, pero sin molestar, sin convertirse en un
cúmulo de datos que lastren las aventuras y desventuras de Josué.
Pese a estas virtudes, que son muchas, no debo obviar algunos fallos cometidos por la autora. La propia Mercedes Pinto ha afirmado, en muchas ocasiones, que por ser esta su primera novela de cierto peso, no era del todo redonda o completa. Coincido en estas apreciaciones suyas, pues me pareció, a lo largo de gran parte de la lectura, que el estilo de escritura aún es inmaduro y provoca, en algún momento, pequeños baches. La prosa está cuidada y es limpia, pero se nota en exceso pulida, a veces sin alma por el interés de la autora en no caer en equívocos, en exageraciones o evitar complicaciones de la sintaxis. En ocasiones, arriesgando se gana, y el exceso de celo provoca que la lengua de Mercedes Pinto sea en extremo sencilla.
El uso del narrador en primera persona domina la práctica totalidad de la novela y -lo he dicho en múltiples ocasiones- es un reto para el escritor, ya que debe sostener no solamente la pintura exacta de quien asume la voz, sino tratar de contar todo, desde una sola mirada y manteniendo la verosimilitud. ¿Demasiado, quizá, para una novela tan ambiciosa en su planteamiento? Lo cierto es que, en algunos casos, esa voz principal se desnivela y aparece narrando los sentimientos de otro personaje. Accede al interior de una mente que no es la suya, con lo que de ruptura de la verosimilitud se provoca. Este error se acentúa en los episodios que narran la estancia de Josué y Carlos en Madrid, en los que, en un par de ocasiones, el narrador salta de la voz de Josué hacia la tercera persona durante unos breves instantes para contarnos lo que sucede a Leal, volviendo después sobre sus pasos a buscar al protagonista. Demasiados saltos en poco espacio de relato. Un pequeño tropiezo, en todo caso, si tenemos en cuenta que Mercedes Pinto demuestra, varios capítulos antes, saber perfectamente cómo combinar ambas voces: toda la historia de Kuaima, hasta su encuentro con Carlos y Josué, se narra en tercera persona, pero se sostiene durante todo un capítulo, sin dar ninguna impresión de ruptura, de corte.
Pese a estas virtudes, que son muchas, no debo obviar algunos fallos cometidos por la autora. La propia Mercedes Pinto ha afirmado, en muchas ocasiones, que por ser esta su primera novela de cierto peso, no era del todo redonda o completa. Coincido en estas apreciaciones suyas, pues me pareció, a lo largo de gran parte de la lectura, que el estilo de escritura aún es inmaduro y provoca, en algún momento, pequeños baches. La prosa está cuidada y es limpia, pero se nota en exceso pulida, a veces sin alma por el interés de la autora en no caer en equívocos, en exageraciones o evitar complicaciones de la sintaxis. En ocasiones, arriesgando se gana, y el exceso de celo provoca que la lengua de Mercedes Pinto sea en extremo sencilla.
El uso del narrador en primera persona domina la práctica totalidad de la novela y -lo he dicho en múltiples ocasiones- es un reto para el escritor, ya que debe sostener no solamente la pintura exacta de quien asume la voz, sino tratar de contar todo, desde una sola mirada y manteniendo la verosimilitud. ¿Demasiado, quizá, para una novela tan ambiciosa en su planteamiento? Lo cierto es que, en algunos casos, esa voz principal se desnivela y aparece narrando los sentimientos de otro personaje. Accede al interior de una mente que no es la suya, con lo que de ruptura de la verosimilitud se provoca. Este error se acentúa en los episodios que narran la estancia de Josué y Carlos en Madrid, en los que, en un par de ocasiones, el narrador salta de la voz de Josué hacia la tercera persona durante unos breves instantes para contarnos lo que sucede a Leal, volviendo después sobre sus pasos a buscar al protagonista. Demasiados saltos en poco espacio de relato. Un pequeño tropiezo, en todo caso, si tenemos en cuenta que Mercedes Pinto demuestra, varios capítulos antes, saber perfectamente cómo combinar ambas voces: toda la historia de Kuaima, hasta su encuentro con Carlos y Josué, se narra en tercera persona, pero se sostiene durante todo un capítulo, sin dar ninguna impresión de ruptura, de corte.
Reitero
que son cuestiones nimias que no empañan en absoluto una historia
que acierta con los personajes, con la pintura del contexto, con el
uso del diálogo, y sobre todo con la humanidad que destila por todos
sus poros: La última vuelta del scaife
es una historia de amor, pero especialmente de amistad. Cantan todas
sus páginas al respeto entre razas, a la sinceridad, la confianza,
el apoyo mutuo entre amigos. Valores que, a mi modo de ver,
convierten a esta novela en un texto que bien podría sugerirse leer
en las aulas de cualquier colegio o instituto. Amor, aventuras,
Historia y educación en valores. Poco más se puede pedir.
Reseña de Mustis
Cuando Mercedes Pinto Maldonado nos ofreció a varios blogueros la posibilidad de recibir su libro para hacer una lectura y reseña conjunta, no tenía ni idea de con qué me iba a encontrar. Principalmente, porque no conocía el libro y su título no me decía nada (no sabía lo que era un sacife ni por qué éste da vueltas), y también porque era la primera obra que iba a leer de esta escritora.
Lo que La última vuelta del scaife nos ofrece es una intensa historia de amistad entre tres personajes que, sin tener a priori nada en común, forjan una estrecha relación mientras buscan diamantes en el río Orange, en Namibia. Carlos, español católico, Josué, judío y Kuaima, africano de la tribu himba son los tres buscadores de diamantes.
A pesar de que Josué es el protagonista, no he podido evitar sentirme mucho más cercana y cogerles más cariño tanto a Kuaima como a Carlos; Josué llegó, en ocasiones, incluso a caerme mal, y no comprendí muchas de sus acciones. Sin embargo, he de reconocer que es un personaje mejor construido, con más claroscuros que lo hacen más complejo y menos "de una pieza" que sus dos amigos (tal vez, en el fondo, demasiado buenos).
Creo que éste no es un libro para leer con prisas: no es de los que te engancha y no puedes soltar, sino de los que saboreas poquito a poco. Es así como mejor se puede disfrutar de él, aunque tiene partes que a mí se me hicieron muy largas, sobre todo el viaje de Kuaima desde la plantación hasta el río, y también el tiempo que los tres amigos pasan buscando diamantes. Lo que ocurría en estos pasajes se me hizo bastante reiterativo y con un poco menos de longitud la historia habría quedado más redonda. No ocurre así en el último tercio del libro, donde los acontecimientos se suceden mucho más rápidamente.
La última vuelta del scaife es una novela bien escrita, muy emotiva e intensa, y que además de suceder en otra época a mí me daba la impresión de que hubiese sido escrita en otra época también, a pesar de saber que no era así (y esto no me preguntéis por qué; ni yo misma sé explicar la razón, pero así lo sentía).
No es totalmente el libro que esperaba, sobre todo porque no conseguí conectar con Josué y esto me alejó bastante de la historia, pero sí que me ha gustado en general, y lo recomendaría a todo el que quiera leer cómo una amistad nace y se prolonga en el tiempo superando todo tipo de dificultades.
Agradecemos a Mercedes Pinto el envío de los ejemplares
Reseña de Mustis
Cuando Mercedes Pinto Maldonado nos ofreció a varios blogueros la posibilidad de recibir su libro para hacer una lectura y reseña conjunta, no tenía ni idea de con qué me iba a encontrar. Principalmente, porque no conocía el libro y su título no me decía nada (no sabía lo que era un sacife ni por qué éste da vueltas), y también porque era la primera obra que iba a leer de esta escritora.
Lo que La última vuelta del scaife nos ofrece es una intensa historia de amistad entre tres personajes que, sin tener a priori nada en común, forjan una estrecha relación mientras buscan diamantes en el río Orange, en Namibia. Carlos, español católico, Josué, judío y Kuaima, africano de la tribu himba son los tres buscadores de diamantes.
A pesar de que Josué es el protagonista, no he podido evitar sentirme mucho más cercana y cogerles más cariño tanto a Kuaima como a Carlos; Josué llegó, en ocasiones, incluso a caerme mal, y no comprendí muchas de sus acciones. Sin embargo, he de reconocer que es un personaje mejor construido, con más claroscuros que lo hacen más complejo y menos "de una pieza" que sus dos amigos (tal vez, en el fondo, demasiado buenos).
Creo que éste no es un libro para leer con prisas: no es de los que te engancha y no puedes soltar, sino de los que saboreas poquito a poco. Es así como mejor se puede disfrutar de él, aunque tiene partes que a mí se me hicieron muy largas, sobre todo el viaje de Kuaima desde la plantación hasta el río, y también el tiempo que los tres amigos pasan buscando diamantes. Lo que ocurría en estos pasajes se me hizo bastante reiterativo y con un poco menos de longitud la historia habría quedado más redonda. No ocurre así en el último tercio del libro, donde los acontecimientos se suceden mucho más rápidamente.
La última vuelta del scaife es una novela bien escrita, muy emotiva e intensa, y que además de suceder en otra época a mí me daba la impresión de que hubiese sido escrita en otra época también, a pesar de saber que no era así (y esto no me preguntéis por qué; ni yo misma sé explicar la razón, pero así lo sentía).
No es totalmente el libro que esperaba, sobre todo porque no conseguí conectar con Josué y esto me alejó bastante de la historia, pero sí que me ha gustado en general, y lo recomendaría a todo el que quiera leer cómo una amistad nace y se prolonga en el tiempo superando todo tipo de dificultades.
Agradecemos a Mercedes Pinto el envío de los ejemplares
¡Qué bien! ¡¡Las tres habéis disfrutado del viaje!!! Me alegro muchísimo. Gracias por participar!!!
ResponderEliminarBestes.. (y por la próxima aventura!)
Me resulta muy complicado contestaros por separado, son tantas cosas las que me gustaría deciros… Intentaré resumir. En general estoy muy de acuerdo con vuestras apreciaciones sobre la lectura, habéis apuntado aspectos muy interesantes y que se ajustan muy bien a la realidad de la obra, tanto en sus luces como en sus sombras. Es más, veo que estáis bastante cerca de las opiniones de la mayoría de los lectores.
ResponderEliminarCreo que son ciertas las carencias que habéis observado, como ya sabéis, fue mi segunda obra publicada y sé que está algo verde: la estructura, el lenguaje, la construcción… no están bien pulidos. Es verdad, debí arriesgarme un poco más, se me nota timorata. Pero me quedo con que la habéis disfrutado, especialmente a los personajes. Los lectores coinciden en que los puntos fuertes de la novela son los personajes y el argumento, y veo que estáis de acuerdo.
Tengo que deciros, con toda justicia, que las tres reseñas son magníficas, muy bien escritas y fantásticamente justificadas y defendidas.
Para mí es todo un placer tener lectores tan críticos y observadores como vosotras.
Muchísimas gracias por todo. Tres abrazos.
¡Muchas gracias a ti, Mercedes! Nos ha encantado poder leer tu libro y participar en esta iniciativa. ¡Un abrazo!
EliminarMustis
Está bien esto de reseñar a tres bandas, en una sola reseña tres puntos de vista distintos. Yo soy de la segunda tanda de reseñas así que hasta pasado el verano no lo leeré. Besos
ResponderEliminarCon las tres reseñas, queda muy claro lo que un futuro lector se puede encontrar en la novela.
ResponderEliminarUna entrada muy completa, os ha quedado muy bien vuestras reseñas enfrentadas.
Un beso.
Ahora mismo estoy disfrutando de su lectura. Espero acabarlo en breve.
ResponderEliminarBuena reseña!
Besos
Pues chicas, coincidimos en muchas cosas. Comparto con Vustis mi cierta aversión a la novela histórica y el hecho de que esta novela en ningún momento me lo pareció; con Rustis en las apreciaciones sobre esa primera / tercera persona que en algún momento me sacó un poco de la historia y con Mustis en esa intensidad que nos transmitió la novela. En general la disfruté mucho, mucho, y sobre todo, me tocó la fibra, que creo que es lo que importa.
ResponderEliminarBesos
Parece que en general nos está gustando a todos. Yo tampoco creo que sea histórica.
ResponderEliminaruala!! triple comentario: Vustis, Rustis y Mustis, qué lujazo :) No he leído el libro, pero en general creo que tengo una idea clara que vosotras corroboráis. Está claro que no es novela histórica, pero esto de las categorías narrativas es muy complejo, no es un factor en el que me fije mucho. Por lo demás, aunque parece una novela con cosas que pulir, en general es una lectura que gusta, así que en la lista está.
ResponderEliminarTribesos!
Me ha gustado mucho la novela y es cierto que no es histórica. Una historia preciosa de amistad.
ResponderEliminarBs.
Como bien decís las tres: personajes, documentación y leer sin prisas; tres ingredientes esenciales para recordar siempre esta novela,
ResponderEliminarbesucus