El niño que se desnudó delante de una webcam
Autor: Jose Serralvo
Editorial: Los libros del lince
ISBN: 9788415070535
Páginas: 235
Sinopsis
El niño que se desnudó delante de una webcam cuenta la historia de una víctima infantil del negocio de abuso sexual que se generó en internet a partir de la llegada de las cámaras digitales. De paso, delata una serie de prácticas que destrozan tanto la vida de docenas de niños como las de sus propios verdugos, los adictos a la sexualidad virtual.
Es novela negra y novela de denuncia. Pero es muchísimo más que eso. Porque Jose Serralvo no sólo ha investigado a fondo el territorio de la pornografía infantil 2.0, sino que ha construido su historia con gran habilidad narrativa y toda suerte de lujos literarios.
En la novela hay pornografía, palizas, crímenes, verdades, mentiras y, por supuesto, una bella e inefable historia de amor. (Sinopsis de la editorial)
Reseña de Mustis
El niño que se desnudó delante de una webcam es, ante todo, una excelente novela. Pero también es una novela muy valiente. Jose Serralvo ha elegido un tema, el de la pornografía infantil, que no es precisamente fácil de tratar ni fácil de vender. Y este tema se une a otros como los malos tratos, la drogadicción, los crímenes... Sólo hay que decir que su antigua agente no quiso ni oír hablar de publicar algo así. Basándose en un hecho real, Serralvo crea a un personaje, David Timberthirdleg, que ha sufrido abusos toda su vida. David consigue una webcam a los doce años y gracias a ella (gracias es mucho decir) conoce a Ron, la persona que lo introducirá en el mundo de la pornografía infantil.
El libro está narrado en primera persona por el propio Dave. Pero no es a nosotros a quienes nos cuenta la historia, sino a un comité formado por miembros del Senado de Estados Unidos. Durante cuatro horas David, como testigo protegido, contará toda su vida centrándose especialmente en los episodios ocurridos a partir de su entrada en el mundo de la pornografía virtual.
No penséis que Jose Serralvo pasa de puntillas por estos episodios, y por esto os digo que es un escritor valiente. Cuando hay que describir situaciones desagradables lo hace con todas las consecuencias, y seguramente en muchas ocasiones habrá pasajes que nos provoquen repulsión, pero también hay lugar, aunque parezca imposible, para el humor e incluso para la ternura, sobre todo en la relación a distancia que Dave mantiene con Mary Jane, una niña paralítica de Nueva Orleans.
Algo realmente logrado en este libro es la ambigüedad del narrador. David Timberthirdleg no es un niño de doce años cuando cuenta su historia ante el Senado, es un hombre hecho y derecho de veintipico. Por eso, mientras que en ocasiones nos compadeceremos de él por todo lo que ha pasado, en otras dudaremos de si lo que nos cuenta es realmente así o nos está dirigiendo para que nos pongamos a su favor. De esta manera los lectores nos preguntamos hasta qué punto es inocente Dave, y si no hubo ningún momento en el que hubiera podido dar marcha atrás y salido de un mundo asqueroso pero que, digámoslo también, le permitía ganar mucho dinero.
El niño que se desnudó delante de una webcam no es sólo la historia de Dave; durante las cuatro horas que dura su intervención ante el Senado nos desgranará también las historias de algunos de sus clientes, como la del italiano Alessandro, incapaz de disfrutar del sexo si no es a través de la pornografía, o la del profesor Hammer Hammer, empeñado en crear un poema que le haga saltar a la fama. Además, encontraremos guiños a Twin Peaks, con el agente Cooper, a la obra de David Foster Wallace, uno de los escritores favoritos de Serralvo, ¡o incluso a Mujercitas!
Jose Serralvo |
En la reseña de su obra anterior, Los elegidos, dije que si tenía que buscarle algo negativo era que a veces parecía "demasiado bien escrito", como si el autor quisiera demostrar todas sus cualidades narrativas aunque en ocasiones algo más de sencillez le vendría mejor a la historia. Sin embargo, a El niño que se desnudó delante de una webcam no puedo ponerle peros. Éste sí que está maravillosamente bien escrito. Serralvo no tiene que demostrarnos nada: el texto habla por sí mismo. Con su segunda obra, el escritor ha dado un gran paso que le sitúa, en mi opinión, entre los autores más prometedores y originales de nuestra literatura. Espero que el título o el argumento no os eche para atrás: tenéis que leerlo, porque si no os estaréis perdiendo algo muy, muy bueno.
Hace tiempo, Serralvo reseñó para nuestro blog el libro Cien años de soledad en el homenaje que hicimos a García Márquez. Su reseña es tan maravillosa que no podemos menos que compartirla con vosotros de nuevo. Éste es el enlace.
Dudo que lo lea, no es mi rollo para nada
ResponderEliminarun beesote
Vaya, no lo conocía. Sí que trata un tema duro, pero por lo que has contado, creo que me podría gustar, así que me lo apunto.
ResponderEliminarUn beso!
¡Hola!
ResponderEliminarMe has convencido completamente y, ahora, voy a leer su reseña de Cien años de soledad.
¡Un saludo!
Yo no conocía al autor y no sé si la novela es para mí. La pornografía infantil y el tema de los abusos me parecen demasiado para mi estómago, que no es que sea especialmente sensible, pero al que sí le cuestan algunos temas.
ResponderEliminarBesos.
Coincido en que es un tema difícil de abordar pero me gustan los escritores valientes. Lo tendré en cuenta.
ResponderEliminarBesos!!