El nadador en el mar secreto
Autor: William Kotzwinkle
Editorial: Navona
ISBN: 9788416259007
Páginas: 90
Sinopsis
El nadador en el mar secreto es la historia del arduo nacimiento de un niño contada por su padre. El lenguaje poético de su narración y una contenida emoción se funden para proyectar un potente sentimiento de amor y a la vez de aceptación de una realidad no deseada.
Reseña de Rustis
El pasado año 2014, la editorial Navona estrenaba su colección “Los
ineludibles” con la publicación, por primera vez en español, de
esta novela corta de William Kotzwinkle. No parece venirle mal el
título a un conjunto de libros con los que Navona ha comenzado a
despertar la curiosidad de numerosos lectores, críticos y bloggers
de todo tipo, que ya hablan de este relato como “pequeña joya” o
“sorpresa”. Sorpresa parece ser, de hecho, la escritura de esta
historia por parte de un autor orientado mayoritariamente hacia la
fantasía, la literatura infantil o el guión cinematográfico. No
fue hasta terminar la lectura de esta novela cuando descubrí que la
narración responde a sucesos reales de la vida de su autor lo cual,
seguramente, justifique la lejanía del tono y temática respecto al
resto de su producción.
El
nadador en el mar secreto
cuenta la historia del nacimiento y temprana muerte de un bebé: una
joven pareja canadiense viaja hasta el hospital para recibir a su
primer hijo, que nace muerto y es, posteriormente, enterrado por su
padre en una íntima y sencilla ceremonia en un bosque cercano a su
lugar de residencia. Es un relato muy breve, apenas se recorren dos o
tres jornadas de la vida de esta pareja, y aun así el texto ofrece
una enorme carga de matices y lecturas. El estilo lingüístico
empleado por Kotzwinkle es sobre todo sencillo, puro: no se abusa de
la adjetivación, ni se emplean frases o términos excesivamente
elaborados. Sin embargo, todo resulta al final suficiente para
arrojar una descarga emocional que, no por contenida, deja de
arrollar al lector. No es un texto lacrimógeno, como podría parecer
por su argumento; no hay concesiones al dramatismo ni al
sentimentalismo, y es precisamente por esta razón por la que
percibimos en su lectura una profunda carga de verdad. Debo insistir
en la base autobiográfica de esta minúscula-gran-novela: William
Kotzwinkle, en el año 1975, recibió junto a su esposa la fatal
noticia de que su bebé nacía muerto. Tras el funeral, se encerró a
escribir entre lágrimas -así lo narra él mismo- este relato. Quizá
alguien sin este peso en el corazón habría sido incapaz de
transmitir en tan poco espacio, con tan pocos medios y tal sutileza,
la desgarradora emoción de ver nacer y morir a un hijo, mientras la
vida continúa y todo alrededor permanece igual.
La fórmula elegida por el autor resulta curiosa, ya que se permite
evocar el relato de un parto en tercera persona, pero siempre
atendiendo con preferencia al padre; es habitual que este tipo de
historias acerca del nacimiento de un bebé, acudan con más
frecuencia a la figura de la madre o del niño. Es aquí, sin
embargo, la mirada del padre quien nos va mostrando el viaje inicial
hacia el hospital, el duro trabajo de parto, el nacimiento, la mala
noticia, las horas de recuperación de la madre y, finalmente, el
entierro del pequeño. Esta peculiaridad subraya una de las
principales lecturas que se pueden extraer de la novela: la
complicidad y fuerte unión de la pareja, que se tornan uno solo
desde el mismo instante en que comienza el parto. Laski, el
protagonista, es capaz en todo momento de capturar cada imagen, gesto
o movimiento de su esposa, y hacerlos suyos para construir una imagen
fuertemente verídica, pero también poética, del momento en que ese
nadador secreto, ese bebé deseado, abandona su acuático medio y
trata de abrirse paso. Nunca había leído un relato de parto tan
bello ni tan desgarrador, tan contenido ni tan fuertemente sincero y
puro. Todo se cuenta acudiendo a la metáfora central del mar, que es
no solo la visión clásica de la vida que se mueve y desemboca en el
eterno final, sino también la consoladora imagen del feto flotante,
o el oleaje brutal, casi animal, de las contracciones del parto.
El
narrador en el mar secreto ahonda
en los instantes más íntimos, duros y centrales de la vida de una
pareja, pero lo hace con una perspectiva tan clara y limpia, sin
artilugios, que en su propia hondura y verdad resulta enormemente
literaria. El texto recuerda en su vinculación con la naturaleza, su
evocación realista pero íntima y poética, al Julio Llamazares de
La
lluvia amarilla.
La misma condensación, el tono prácticamente aséptico, la mirada
realista que esconde el drama y la emoción, evocaron también en mi
cabeza el estilo de Patrick Modiano. Todo, en conjunto, sirve para
considerarla, de acuerdo con gran parte de la crítica, una narración
peculiar, profunda, bella en su tristeza y absolutamente
imprescindible.
Reseña de Mustis
Todos nosotros somos nadadores en el océano que a cada uno nos ha tocado surcar. Algunas veces nos dejamos llevar tranquilamente por la corriente, otras nadamos en contra de las olas que nos intentan arrastrar, y en ciertas ocasiones también tenemos que luchar contra grandes temporales que ponen patas arriba nuestras vidas.
En este libro, el matrimonio formado por Laski y Diane viven felices, como mecidos por las olas, en medio de la naturaleza en una casa alejada de la civilización. Allí, Diane está gestando a ese "nadador en el mar secreto" del título. El temporal estalla cuando el niño decide abandonar su mar escondido y salir al exterior. Diane se pone de parto, y esto es lo último que voy a contar sobre el argumento, ya que la editorial en su sinopsis tampoco da muchos más datos. Pero sí que diré que, a partir de aquí, la vida del matrimonio dará un terrible giro inesperado que cambiará para siempre sus vidas.
Todas las reseñas que había leído sobre El nadador en el mar secreto eran muy, muy positivas; incluso algunas hablaban de que era una obra maestra. Tal vez porque mis expectativas eran tan altas, la lectura me ha gustado mucho pero no ha llegado a entusiasmarme hasta ese nivel.
Esta novela es muy cortita, tiene menos de cien páginas, pero son suficientes para que el escritor, con un lenguaje poético y evocador, nos remueva por dentro con la historia del nacimiento de un niño desde el punto de vista de su padre (cosa que me ha gustado mucho). Aunque en pocas horas la habremos acabado, no puedo decir que sea de fácil lectura: lo que se nos cuenta nos causa una angustia y desasosiego que hacen que no sea apta si nuestro estado de ánimo no es muy positivo.
William Kotzwinkle |
El nadador en el mar secreto nos hará reflexionar sobre gran cantidad de temas, incluso mucho después de haber terminado el libro: sobre el nacimiento y la muerte, pero también sobre el amor y la esperanza, porque siempre se puede encontrar una cierta calma incluso dentro de la más terrible tormenta.
Por último, me gustaría destacar la labor que ha hecho la editorial Navona con este libro: la edición es preciosa, elegante y austera, con esa cubierta en tela que da la apariencia de obra atemporal y, como dice el nombre de la colección, ineludible.
Lo he visto hace poco por ahí y me llamó mucho la atención ya entonces, pero con esta reseña lo habéis rematado. Lo necesito *o*
ResponderEliminarEste libro me dejó conmocionada.
ResponderEliminarBesos.
Es un libro que sinceramente no me llama.. dudo que lo lea
ResponderEliminarun besote
He visto que había muchas reseñas de esta historia, pero aún así no había leído ninguna. Después de leer las vuestras, tengo muchas ganas de leer este libro tan breve, me parece interesantisimo tocar un tema así desde el punto de vista del padre.
ResponderEliminarBesos!!!
Buá, tiene que ser durísimo el libro, de los que te dejan temblando y sin saber que pensar. Voy a mirara silo puedo conseguir. Gracias!
ResponderEliminarHabía encontrado este título por otros blogs, pero hasta ahora no me he parado a leer una reseña (y de aquí me llevo dos). Me gusta lo que habéis contado. Parece una historia dura, pero bien contada y merecedora de una oportunidad. Tomo nota. Un beso.
ResponderEliminarMuy de acuerdo con algunas de vuestras apreciaciones. Yo no me atrevería a calificarla como obra maestra, sí hay pasajes muy poéticos pero no es una lectura que le recomendaría a nadie, por lo devastadora que resulta. También me gustó mucho el enfoque en el padre y como a Mustis, esa escena hacia el final me costó horrores y me obligó a parar, respirar y plantearme si quería seguir con las pocas páginas que me quedaban.
ResponderEliminarBesos.
Las altas expectativas a veces no nos dejan disfrutar plenamente de las lecturas. Este libro me apetece mucho, pero voy a intentar no poner las mías muy altas.
ResponderEliminarBesotes!!!
Una novela muy dura y quizás no recomendable si uno está en la situación de la que parten sus personajes. Pero también tiene gran belleza.
ResponderEliminarMe llamó mucho la atención cuando salieron las primeras reseñas, pero entre una cosa y otra, aún no me he hecho con él, gracias por recordármelo.
ResponderEliminarUn beso
Un brillante entre millones, una joyita literaria por su belleza en estado puro (tan puro como los sentimientos que describe). Fíjate que no me he atrevido a hacerle reseña por temor a destripar algo (¡es tan breve!) o por no ser capaz de trasmitir bien todo lo que me aportó esta lectura. Conmovedora, sin duda. Bss
ResponderEliminarUna historia preciosa a pesar de su dureza o precisamente por ella. Aparentemente sencilla por la belleza de la narración pero a pesar de lo cortita que es hay que dosificar su lectura por la carga emocional que supone. La última parte es sin duda sobrecogedora pero coincido con vosotras en destacar la narración del parto hecha por un hombre y esa simbiosis de la pareja. Sin duda lo que más me ha gustado de un libro que me ha gustado mucho. Ineludible, como dice la editorial.
ResponderEliminarBesos!!
Todos los comentarios y conversaciones que he tenido sobre este libro lo ponen por las nubes, desde luego eso es por algún motivo. Besos.
ResponderEliminarLo tengo apuntado, tiene muy buenas críticas =)
ResponderEliminarBesotes
Pese a las buenas críticas que tiene no me termina de convencer esta novela. Besos.
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