Autora: Enid Blyton
Traductora: Mireia Rué
Editorial: RBA
Traductora: Mireia Rué
Editorial: RBA
Las alumnas preparan una obra de teatro. Cenicienta, escrita por Darrell, con Gwen (¿o será Maureen?) como Cenicienta. Siguen las clases, las riñas y las bromas en la vida ajetreada en Torres de Malory. (Sinopsis de la editorial)
Que Boolino te ofrezca para reseñar en el blog un libro que ha sido clave en tu infancia es de lo más agradable. Es muy raro en mí releer libros, pero cuando era pequeña sí que lo hacía, y precisamente las sagas de los internados Torres de Malory y Santa Clara creadas por Enid Blyton fueron de los libros que más veces leí a lo largo de mi niñez.
Empezando ahora este Quinto grado en Torres de Malory recordé en cierta medida lo que sentía cuando era niña al abrir estos libros: casi todos comenzaban con las niñas protagonistas llegando en coche por la carretera de acceso al colegio. Cuando divisaban las torres que dan nombre al internado, tanto para ellas como para mí suponía una emoción muy grande pensar qué sucedería en ese curso que estaba empezando. Daba igual que ya lo hubiera leído mil veces: siempre sentía esa emoción.
Este volumen de Torres de Malory se centra sobre todo en la preparación de una obra de teatro que las chicas van a representar al final del curso. Darrell, Sally y las demás están muy ocupadas escribiendo, haciendo los decorados, componiendo las canciones para la obra..., pero también hay tiempo para bromas, enfados, mensajes secretos, y muchas cosas más. Tenía miedo de que cuando volviera a leer este libro no me pareciera lo mismo que cuando lo hacía de pequeña, pero aunque obviamente las sensaciones no son iguales, me sigue pareciendo de lo más divertido y adecuado para el público infantil.
Mis tomos preferidos de Santa Clara y Torres de Malory eran los de los primeros cursos, cuando las alumnas eran más pequeñas, porque sus trastadas y travesuras eran más habituales. Como se ve en este quinto curso, las alumnas mayores ya son más responsables, pero quizá por ello Enid Blyton iba introduciendo personajes de hermanas o primas pequeñas que podían aportar ese toque de inmadurez tan divertido.
Aunque yo eché de menos las ilustraciones de la antigua edición, debido a la nostalgia, claro, he de decir que los dibujos de estos nuevos libros son geniales, describen de forma perfecta lo que va sucediendo y creo que pueden conectar mucho mejor con los niños del siglo XXI.
He querido hacer un experimento en casa dejándoles el libro a mis hijos a ver si disfrutaban de él igual que yo. Mi hijo pequeño, al que pensé que le iba a gustar mucho, me lo devolvió cuando iba por el capítulo dos porque ya no le apetecía leer más. Mi hijo mayor, de trece años, al que pensé que no le gustaría, se lo leyó en dos noches y me dijo que le había encantado. Resultado: no sé qué pensar de mi experimento, pero sí que tengo claro que estas historias pueden seguir funcionando si los padres y madres intentamos transmitir a nuestros hijos el cariño que sentimos por Darrell, Sally, Alicia y todas las demás.
Empezando ahora este Quinto grado en Torres de Malory recordé en cierta medida lo que sentía cuando era niña al abrir estos libros: casi todos comenzaban con las niñas protagonistas llegando en coche por la carretera de acceso al colegio. Cuando divisaban las torres que dan nombre al internado, tanto para ellas como para mí suponía una emoción muy grande pensar qué sucedería en ese curso que estaba empezando. Daba igual que ya lo hubiera leído mil veces: siempre sentía esa emoción.
Este volumen de Torres de Malory se centra sobre todo en la preparación de una obra de teatro que las chicas van a representar al final del curso. Darrell, Sally y las demás están muy ocupadas escribiendo, haciendo los decorados, componiendo las canciones para la obra..., pero también hay tiempo para bromas, enfados, mensajes secretos, y muchas cosas más. Tenía miedo de que cuando volviera a leer este libro no me pareciera lo mismo que cuando lo hacía de pequeña, pero aunque obviamente las sensaciones no son iguales, me sigue pareciendo de lo más divertido y adecuado para el público infantil.
Enid Blyton |
Aunque yo eché de menos las ilustraciones de la antigua edición, debido a la nostalgia, claro, he de decir que los dibujos de estos nuevos libros son geniales, describen de forma perfecta lo que va sucediendo y creo que pueden conectar mucho mejor con los niños del siglo XXI.
He querido hacer un experimento en casa dejándoles el libro a mis hijos a ver si disfrutaban de él igual que yo. Mi hijo pequeño, al que pensé que le iba a gustar mucho, me lo devolvió cuando iba por el capítulo dos porque ya no le apetecía leer más. Mi hijo mayor, de trece años, al que pensé que no le gustaría, se lo leyó en dos noches y me dijo que le había encantado. Resultado: no sé qué pensar de mi experimento, pero sí que tengo claro que estas historias pueden seguir funcionando si los padres y madres intentamos transmitir a nuestros hijos el cariño que sentimos por Darrell, Sally, Alicia y todas las demás.
No tenía ni idea de que había una serie de dibujos animados sobre la serie de libros de Santa Clara, el otro internado creado por Enid Blyton. Pues resulta que está en youtube, y aunque se emitió en catalán, hasta tiene subtítulos en español. Aquí tenéis a las gemelas O´Sullivan en acción.
Yo estos no los leí, fui más de los cinco que también han leído mis dos hijos.
ResponderEliminarUn beso
Y yo que de pequeña no he leído ningún libro de esta autora... He leído algunos de sus libros ya de mayor. Y en todas las ocasiones he pensado lo mismo. Lo que hubiera disfrutado de peque leyendo estos libros! Pero por más que intento animar a mi hija, no logro que lea ninguno de sus libros. Y he probado con varias colecciones, incluso con ésta, y nada.
ResponderEliminarBesotes!!!
Madre mía, si yo estos libros los leí un montón de veces cuando era pequeña... tengo que tenerlos por ahí en alguna caja todavía. No me termina de gustar esta nueva estética, me quedo con los antiguos y más clásicos que yo tengo, pero sí que agradezco muchísimo que los hayan recuperado para las nuevas generaciones lectoras, porque son fantásticos.
ResponderEliminar¡Besote!