Autor: Ricardo Menéndez Salmón
Editorial: Seix Barral - Booket
ISBN: 9788432220739
Páginas: 103
Sinopsis
1936. Sobre el telón de fondo de una guerra fratricida, en un pueblecito rodeado de montañas, el maestro es invitado a compartir mesa en una de las casas del lugar. Pero el terrible asesinato de una niña congela esta escena y desata la brutalidad que subyace en esta remota aldea cuando una partida de hombres sale a la caza del asesino. Dos inocentes huyen perseguidos por la ira ciega de los hombres al tiempo que una terrible sospecha va cobrando forma.
Reseña de Rustis
Ya
adelanté hace algunas semanas, con la reseña de Niños en el tiempo,
que Ricardo Menéndez Salmón ha pasado a engrosar mi nómina de
escritores imprescindibles. Me toca de nuevo poneros sobre la mesa un
libro que me ha apasionado y que vuelve a revelarme la extraordinaria
capacidad narrativa del asturiano. El sello Booket rescata en un
nuevo formato un texto publicado originalmente por Seix Barral en
2006.
La noche feroz es
una novela corta, cortísima; un texto condensado que, pese a ello,
aparece como redondo. No sobra ni hace falta nada más de lo que
aporta, pues tanto la trama, como el tono o las sensaciones están
perfectamente medidos. Un equilibrio estructural que llama la
atención cuando vislumbramos el panorama narrativo nacional, en el
que el grosor del libro parece ser la tónica general. De vez en
cuando, acercarse a quien es capaz de reproducir tal carga emocional
en poco más de 100 pequeñas páginas es un auténtico alivio, un
agradable pacto con el tiempo que sorprende más, si cabe, cuando
vemos que estamos ante un thriller, una historia de crimen pasado y
posibles crímenes en perspectiva. Un género que parece siempre
invitar a la extensión máxima y que aquí se ha llevado a la
condensación extrema. Obviamente La noche feroz no
es una novela negra, ni tampoco es un thriller al uso, ni una novela
de detectives, ni de resolución de misterios, pero sí comparte
rasgos con todas ellas, aunque se centre, más que en la trama en sí,
en el dibujo y la captura del ambiente, así como en el diseño de
los personajes.
Promenadia, un ficticio pueblo del norte de España, es el escenario
de la acción, el espacio donde se congelan los sucesos, aunque
dentro de él, como un submundo, la casa del maestro, en la que a lo
largo de la historia se irán dando cita los diferentes personajes para convertirla en una suerte de posada, confesionario,
comisaría, o todas a un tiempo. El profesor, como figura central que
va mostrando sus propios fantasmas interiores al mismo tiempo en que,
con diferentes pautas de comportamiento, interactúa con los demás
protagonistas. El sello imprimido en el ambiente por la guerra civil,
tiempo en que se desarrolla la historia, siendo en apariencia sólo
un mero criterio de fijación cronológica, cobra todo el sentido en
el momento en que observamos cómo, en ese pequeño pueblo, la
miseria, muerte, agresividad y deseos de venganza propios del
momento, se quedan impresos en Promenadia hasta convertirla en un
escenario, casi teatral (de hecho, hasta la división de capítulos y
la estructuración de los mismos es cercana al género) donde se
dilucidan luchas tan incoherentes como las de la propia guerra.
Una niña aparece violada y muerta en un pozo. Dos forasteros, por
mera casualidad del destino, pululan esa noche por el pueblo buscando
cobijo y ayuda frente a su miseria y hambre. El escenario perfecto
para que la condena sobrevuele sus cabezas, y el ansia de venganza
primitiva de los habitantes busque inmediatamente apagarse con la
inmolación de los inocentes. Hacer pagar a quien no tiene culpa -o
no sabemos si la tiene- sólo por el deseo irrefrenable de combatir.
De apagar el miedo convertido en deseos asesinos.
Las preguntas que asaltan a lo largo de estas apabullantes cien
páginas son muchas: no solamente quién asesinó a la pequeña del
pozo, sino también qué sucede al extraño maestro, qué tienen que
ver los forasteros con el crimen, qué ocurrirá con ellos, y por qué
todos los personajes, salvo el profesor, se empeñan en esta búsqueda
con deseos de sangre. Preguntas, como ya digo, propias de un
thriller, aunque en este caso importe más presenciar desde la
lejanía los comportamientos de los personajes, los olores, la
oscuridad, la ferocidad, el miedo casi palpable... Una atmósfera
brillantemente conseguida que nos adentra en el mundo cerrado de
Promenadia como si estuviéramos en una realidad paralela.
Un ejercicio de narrativa perfecto, sin fisuras. Dolor, miedo,
violencia replegada. Pero no importa esta vez quién es el asesino.
Importa otra cosa. Por qué. Por qué el ser humano puede convertir
una noche en un universo de ferocidad y salvajismo primitivos.
Agradecemos a Booket-Planeta el envío de este ejemplar
Tiene muy buena pinta así que anotadito me lo llevo para ver si está disponible en la biblioteca.
ResponderEliminarUn saludo.
Me gusta lo que nos cuentas de esta novela, así que la tendré muy en cuenta.
ResponderEliminarBesotes!!!
No dejas resquicio, no hay espacio para la duda: apuntado con luces, estrellitas y urgencia.
ResponderEliminarGracias y un beso
Apuntada queda porque lo que cuentas convence a la primera. Gracias por la aportación.
ResponderEliminarBs.
Me encanta Menéndez Salmón- Medusa, La ofensa, Niños en el tiempo,..- pero este título no lo he leído. Ni que decir tiene que está anotadísimo...
ResponderEliminarBesos,
esta lectura será destacada en la actualización (15) de Cruce de Caminos Negro y Criminal.
ResponderEliminarMuchas gracias a todos por entrar, se me ha ido pasando contestar a las entradas antiguas, ainnnsssss.
ResponderEliminarDe verdad, es una novela muy a tener en cuenta, se lee en nada y es de una intensidad apabullante.
Un beso a todos