La casa del páramoAutora: Elizabeth GaskellEditorial: AlbaISBN: 9788484284376Páginas: 189SinopsisElizabeth Gaskell narra la historia de Maggie y Edward Browne, residentes en una pequeña casa junto a un páramo; los hermanos, muy diferentes entre sí, llegarán a un punto de máxima tensión al entablar relaciones con el terrateniente de la zona y su familia. Una historia de amor complicada por las diferencias sociales llevará a la protagonista a tomar una decisión que afectará para siempre a su familia y que la aboca a un dramático sacrificio.
Reseña de Rustis
Me adentro por primera vez en la narrativa de Elizabeth Gaskell con
una de sus obras más breves. La casa del páramo es una
novela corta que, en 1850, fue publicada bajo la etiqueta de «cuento
de Navidad». Aunque el término nos dirige fácilmente hacia uno de
los relatos más conocidos de Charles Dickens, engloba en general un
conjunto de textos ambientados en la Navidad y que suelen apelar a
los sentimientos de bondad y el amor a la familia propios de la
época. Aunque solamente algunos fragmentos muy breves de esta
pequeña novela se enmarcan en dicho momento del año, no me parece
carente de interés la referencia al «subgénero», pues considero
que solamente bajo esta categoría cobran sentido algunos de los
rasgos más destacados de la obra.
Elizabeth Gaskell ambienta su historia en un páramo inglés, una
zona rural donde encontramos una pequeña casa en la que vive la
señora Browne junto a sus hijos Maggie y Edward. La relación entre
los tres personajes es uno de los elementos centrales de la historia
desde el inicio: conocemos a una viuda quejumbrosa y obsesionada con
las apariencias y las relaciones sociales, que trata de desigual
manera a sus dos hijos: mientras consiente todo al varón y le colma
de atenciones, se muestra distante y huraña con Maggie. Las cosas no
son diferentes entre los hermanos: la muchacha es a lo largo de toda
la novela un modelo de virtud, paciencia y bondad; asume su rol
secundario dentro de la casa y acepta con resignada calma el maltrato
constante al que la somete Edward, un ser caprichoso e irresponsable
constantemente alentado y apoyado por su madre en todas sus acciones.
Elizabeth Gaskell pone entonces en relación a los Browne con el
terrateniente de la zona y su familia: el señor Buxton invita a la
señora Browne y sus hijos a visitarle en su mansión y, a partir de
ese momento, se inicia una relación entre Maggie, Edward, Frank
-hijo del señor Buxton- y Erminia -sobrina huérfana que vive en la
casa-. De nuevo, todos estos personajes y sus actitudes cordiales y
bondadosas, especialmente hacia Maggie, se ponen en contraste con la
crueldad de Edward y su madre. En la casa del terrateniente, además,
la joven protagonista conocerá a quien será su mentora y un fiel
espejo de comportamiento: la angelical señora Buxton.
Hasta aquí, podemos observar uno de los aspectos que más
negativamente se ha subrayado respecto a esta novela: cierto es que
todo el diseño de los personajes y sus relaciones sigue una
estructura maniquea de la que en pocas ocasiones se escapa.
Prácticamente sólo el personaje del señor Buxton mostrará a lo
largo de la novela algún tipo de contradicción, sentimientos
ambivalentes o evolución de carácter; en el resto de los casos, la
autora no busca en ningún momento desarrollar la psicología de sus
protagonistas, limitándose a presentar sus relaciones, las acciones
cometidas por cada uno de ellos, y el contraste de sentimientos y
actitudes entre el Bien y el Mal. Considero que es precisamente la
citada condición de «cuento de Navidad» la que lleva a la autora a
escribir de este modo; lo mismo sucede con la incorporación de la
necesaria historia de amor, marcada desde el inicio por la
desigualdad social de la pareja, y del melodramatismo en un
apresurado final donde lo que interesa remarcar es el sacrificio que
Maggie debe realizar para proteger a su familia, aun siendo
despreciada por ella. Triunfa la bondad y el personaje de la joven se
encarama hacia su estatuto de ángel.
Elizabeth Gaskell |
Aun así, son muchas condiciones las que quiero destacar en esta
novela y que la convierten en una lectura muy recomendable: en primer
lugar, es evidente la capacidad narrativa de Elizabeth Gaskell, en
este caso al levantar una ambientación perfecta, en la que las
descripciones de la naturaleza, y la presentación de una campiña
tranquila de vida pausada, combinan a la perfección con los
sentimientos de bondad que tratan de destacarse. Es obvia a través
de esa ambientación la capacidad de Gaskell para envolvernos en su
universo literario y dejarnos pegados a las letras hasta terminar la
historia. Únicamente conocía indirectamente a la escritora a través
de la adaptación que la BBC hizo de su novela Cranford: aun
así, se vislumbra tanto en esa maravillosa miniserie como en la
novela corta que reseño aquí, la capacidad de Gaskell para
presentarnos la Inglaterra victoriana, las diferencias sociales, los
valores puritanos y el paso del campo a la ciudad como ejes de la
vida y del relato, en pleno contraste. Todo ello además con una
narración ágil, buenos diálogos y exquisitas descripciones.
Por otra parte, a mi juicio lo más destacable de La casa del
páramo es la presentación de las figuras femeninas,
especialmente a través del personaje de Maggie: la protagonista
representa milimétricamente las características del «ángel del
hogar» decimonónico; atenta a las tareas del hogar, abnegada con su
familia, de trato dócil, paciente hasta el extremo y tolerante
incluso con quienes la maltratan. Aunque Maggie es de origen humilde,
queda representada en la obra dentro de la clase alta al reflejarse
su carácter en el de la también angelical señora Buxton, personaje
que se convierte no sólo en su «maestra» en el arte de la bondad,
sino también en la evidencia de lo que Maggie llegará a ser en un
futuro. En contraste con ambas, se sitúa no sólo la figura de
Edward, sino especialmente la de la madre viuda, otro carácter
típicamente victoriano, representante de la mujer en este caso
frustrada por la muerte de su marido, atada a los convencionalismos
pero repleta de falsedad y malos modos. Un pequeño universo
femenino, diseñado de manera muy precaria, pero que anuncia
posiblemente lo que serán otras novelas largas, más desarrolladas y
celebradas de esta autora, como será por ejemplo Norte y Sur.
Sin duda, continuaré adentrándome en la literatura de Elizabeth
Gaskell, tomando como punto de partida para mis juicios esta pequeña
obra, repleta de los inconvenientes de su género, pero llena también
de los trazos de una gran escritora. Os recomiendo vivamente esta
obrita de lectura rápida y agradable.
Me apetecía mucho leerlo estas navidades pero no ha podido ser. A ver si más adelante me hago con él.
ResponderEliminarElizabeth Gaskell una de mis "maters literarias" todo sus escritos me apasionan.
ResponderEliminarBesoss
De la autora tengo esperándome Cranford que ganas de ponerme con él!
ResponderEliminarBesos
No es un libro que me llame especialmente, pero quiero leer a la autora, así que quién sabe =)
ResponderEliminarMe quedo por tu blog guapa^^
Precisamente lo que me tira más para atrás para animarme con esta novela es lo que comentas acerca de los personajes. El resto sí me tienta: la ambientacíon, la diferencia de clases, la época... No la descarto del todo, pues aún no me he estrenado con esta escritora y pienso que al ser esta una novela corta podría ser una buena opción para hacerlo.
ResponderEliminarBesos!!
Hola!
ResponderEliminarBueno, yo sólo he leído un relatillo corto "La bruja Lois", pero tengo una sganas enooormes de ponerme a leer algo de Gaskell. No creo que empiece por aquí, porque creo que las ganas son más a Norte y Sur o Mary Barton, aunque Cranford puede sr mucho más accesible. Aún así, es gracioso ver como ella también escribió un "Cuento de Navidad" a su manera, como hiciera Dickens, jejeje.
Un saludín! :D