Autora: Mónica Collado Cañas
Editorial: Tropo editores
ISBN: 9788496911888
Granada, años ochenta. Corina, una niña de ocho años, vive junto a su familia en un cortijo de la Andalucía interior y pobre. Igual que en los cuentos que le cuentan a la niña, ese espacio se convertirá en cruce de caminos errantes, confluencia de personas, pesares y misterios, punto de encuentro entre lo divino y lo mortal. Y sin buscarlo, en el transcurso de un año Corina despertará a las impresiones de la muerte, el amor y los secretos de la vida en una naturaleza nutricia e al mismo tiempo inclemente La premonición de una muerte en la familia será la llave que fuerce su percepción. Esa amenaza, como una carga solitaria, marcará el contraste entre su universo familiar, cerrado y seguro, y el exterior, prometedor y rico, pero también inquietante. (Sinopsis de la editorial)
Este verano, en la feria del libro de Madrid, Rustis y yo conocimos una editorial, Tropo editores, gracias a que compartían caseta con la editorial Hoja de lata. Palabra de sal es el primer libro que leo de esta editorial, que no conocía a pesar de que ya tienen un amplio catálogo publicado, y creo que mi elección para comenzar con ellos no ha podido ser más acertada.
En Palabra de sal, Corina nos cuenta cómo era su vida en los años ochenta, cuando con ocho años vivía en un cortijo de la Andalucía profunda. A pesar de que la época en la que se desarrolla la acción no nos queda muy lejos, leyendo cómo se vivía en estas zonas da la impresión de que el libro estuviera ambientado bastantes años antes.
Corina se muestra en la historia como una niña muy inteligente y despierta, cuya vida se limita al cortijo y la escuela. Me ha gustado mucho cómo Mónica Collado se mete en la piel de Corina sin que el resultado sea forzado, ya que muchos libros que tienen como protagonistas a niños no consiguen convencerme de que es un niño quien nos cuenta las cosas.
La forma de escribir de Mónica Collado es directa pero a la vez muy poética, y hace del paisaje andaluz un personaje más de la historia; Corina recorre todos los parajes que rodean el cortijo y nosotros podemos imaginárnosla como si estuviéramos allí, gracias a las maravillosas descripciones de la autora.
El mundo en el que vive Corina es árido y seco igual que el paisaje. Sus padres trabajan de sol a sol y no son personas excesivamente cariñosas, viéndose la niña en un mundo muy cerrado del que sale en parte gracias a los libros que lee. Además, conoce cómo es la vida en la ciudad gracias a sus hermanos mayores, que ya están estudiando fuera y cuando van a visitarla le abren las puertas de un mundo que ella sólo puede imaginar. También es consciente de cómo otras personas viven de forma mucho más acomodada, por ejemplo gracias a su relación con el hijo del médico, que vive en el pueblo y que será su primer amor.
La relación de Corina con sus padres es otro de los puntos fuertes del libro: vemos cómo la niña, a pesar de que indudablemente sus padres la quieren, está necesitada de un cariño más tangible, más cercano. Hay un párrafo en el libro que ilustra muy bien esta relación: "Una noche escribí "eta" en el cristal. Lo había escuchado a mediodía en la radio y no sabía qué era. "¿Tú estás tonta, Corina?", me preguntó mi padre borrándolo de un manotazo. La dureza del castigo era la explicación más aproximada que se nos daba de los asuntos. Aquel día, mi padre echó a andar en silencio y no volvió a mencionar el tema. Supuse entonces que la cuestión era molesta, pero que no tenía importancia. La educación, cuando no median palabras, está salpicada de equívocos."
Ya sólo me queda recomendaros encarecidamente que leáis este libro. No suceden grandes cosas, no hay mucha acción, pero la vida cotidiana de esta familia seguro que os cautiva como a mí, y os quedáis prendidos de esos personajes en la Andalucía de los años 80.
Leyendo este libro recordé cuánto me había gustado otro ambientado en el mundo rural, pero esta vez en Galicia y con un tono mucho más irónico. Siempre lo recomiendo porque creo que pasó bastante desapercibido y merece mucho la pena leerlo. Os hablo de Las Inviernas, de Cristina Sánchez-Andrade, del cual tenéis la reseña en el blog.
Pues no conocía ninguno de los dos libros. Y me habéis tentado mucho. Apuntaditos los dos.
ResponderEliminarBesotes!!!
Hola! Tienen buena pinta los dos, es una forma de conocer más de cerca esos ambientes y vidas ;)
ResponderEliminarBesos!
Pues aunque conocía la editorial, yo tampoco tengo ningún Tropo en las estanterías, así que apunto esta novela como una buena manera de conocer las publicaciones de esta editorial. El de "Las inviernas" lo apunto, que además tengo alguna amiga gallega que seguramente le interese mucho lo que cuenta.
ResponderEliminar¡Besote!
La editorial no la conocía la verdad pero esta lectura es mi estilo de libro, tanto por la trama y la protagonista coomo por la ambientación rural y de los años 80.
ResponderEliminarUn beso!
"La educación, cuando no median palabras, está salpicada de equívocos." Cuánta verdad encierra esa frase. La infancia es una etapa de confusión en la que nadie nos explica el mundo adulto que nos rodea.
ResponderEliminarEl libro a priori no me llamaba la atención pero tu reseña me ha hecho replantearme su lectura.
El de "Las inviernas" ya lo tengo apuntado, así que gracias por recordármelo.
Besos
Hola! No lo conocíamos. Viendo que lo recomiendas tanto lo apuntamos para más adelante.
ResponderEliminarUn beso