Autora: Elizabeth Taylor
Traductora: Carmen Francí Prensa
Traductora: Carmen Francí Prensa
Editorial: Gatopardo
En un pequeño pueblo de la costa inglesa, durante los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial, Robert, el marido de una escritora de novelas, se siente atraído por Tory, una divorciada con un hijo. Éste es el punto de partida del que se sirve Elizabeth Taylor para construir una novela coral sobre la vida de un pueblo costero y los sentimientos de sus gentes. Taylor describe con destreza, y de manera implacable, las relaciones familiares y afectivas de las clases media y alta británicas. Fue amiga de la escritora Ivy Compton-Burnett y del novelista y crítico Robert Liddell. El escritor Kingsley Amis la consideraba una de las mejores escritoras del siglo XX. (Sinopsis de la editorial)
Se acaban las vacaciones, y echando la vista atrás me doy cuenta de que este verano ha sido muy especial en cuanto a mis lecturas, sobre todo porque he descubierto a unas cuantas escritoras que ya se han situado muy alto en mi lista de favoritas. En esto ha tenido mucho que ver la editorial Gatopardo, gracias a la cual he conocido a Barbara Pym, de la que pronto publicaremos nuestra reseña enfrentada sobre Mujeres excelentes, y a Elizabeth Taylor (nada que ver con la actriz), escritora de este Una vista del puerto del que os traigo la reseña.
En esta novela coral el narrador nos cuenta lo que sucede con varios personajes en un pueblo costero que ha vivido tiempos mejores, antes de que la parte nueva situada al otro lado del puerto se llevase a los veraneantes y a lo que podía haber de diversión y entretenimiento durante el verano. Elizabeth Taylor nos narra con una mirada nostálgica las vidas de estas personas, y pese a que son bastantes y muy variados, todos sus protagonistas están construidos de una forma tan perfecta que podemos atisbar el alma de todos ellos.
Bertram Hemingway es un marino retirado que llega al pueblo para pasar una temporada y decide pintar un cuadro, esa vista del puerto a la que alude el título del libro. Pero además, tenemos otras múltiples vistas de ese puerto desde las ventanas de los demás personajes; las ventanas son muy importantes en esta narración, porque en un lugar en el que apenas sucede nada una de las pocas formas de pasar el tiempo es asomarse a la ventana y mirar cómo transcurre la vida de los demás. Por una parte tenemos la ventana de Prudence, la hija mayor de Beth, escritora, y de Robert Cazabon, el médico del pueblo. También mirando por la ventana de su segundo piso pasa el tiempo la viuda Lucy Wilson, propietaria de una galería de figuras de cera situada en su primer piso y que vaga por el pueblo sin saber muy bien qué hacer con su tiempo. Y no nos olvidemos de la señora Bracey, una mujer mandona y bastante desagradable que no se puede mover de la cama y que pasa sus días haciéndoles la vida imposible a sus hijas y cotilleando.
Elizabeth Taylor |
Estos y otros personajes van entremezclando sus historias, y aunque al principio se me hizo un poco complicado seguirlos a todos y tenía que fijarme mucho en sus nombres, pronto conseguí familiarizarme con ellos y ya no pude dejarlos hasta el final. Esto es debido a que la escritora nos los muestra como personajes muy reales, lo cual unido a una maravillosa ambientación hizo que me sintiera yo misma en ese pueblo, en una de esas casas de yeso blanco, mirando por la ventana y enterándome de las andanzas de todos los demás.
No se puede decir que pasen grandes cosas en esta historia; son vidas muy normales, tediosas en el caso de algunos personajes, pero todas juntas nos ofrecen un fresco de la vida en un pueblecito de Inglaterra a mediados del siglo XX tan certero que a mí me ha conquistado por completo. No sé si en Gatopardo piensan editar más libros de Elizabeth Taylor, o si ya hay alguno más editado en español. De lo que estoy segura es de que los intentaré conseguir a toda costa, si no es en español en inglés, porque esta escritora ha sido una revelación para mí y necesito más de sus obras. No me ha gustado, me ha encantado.
Lo cierto es que ni la editorial que comentas me sonaba, pero me gusta muchísimo lo que nos cuentas sobre esta novela. Tomo buena nota de ella.
ResponderEliminarBesos.
Mustis, como me alegra ver que has disfrutado con Elizabeth Taylor. Me ha encantado absolutamente todo lo que nos has contado. Yo me enamoré de la escritura de Elizabeth con Mrs. Palfrey at the Claremont y estoy deseando leer "Una vista del puerto", ¡y más teniéndola en castellano! La labor de Gatopardo es de admirar, están construyendo un catálogo exquisito.
ResponderEliminarUn beso y felices lecturas.
No tiene mala pinta no. Un beso ;)
ResponderEliminar¡Me encanta "La gran seducción"! Es una peli divertidísima, tiene mucho encanto. Igual que ediciones Gaotpardo, cuyo catálogo me tiene cada temporada en vilo. Me muero de ganas de leer las mujeres excelentes de Barbara Pym, pero no sé si me acaba de convencer la novela que hoy nos traes de la señora Taylor, es que echo de menos una pizquita de sentido del humor en su cuadro de este pueblo costero. Bss
ResponderEliminarNo conocía ni el libro ni a la autora pero me gusta lo que cuentas así que anotada la recomendación
ResponderEliminarBesos
Me la llevo apuntada, la verdad es que me gusta lo que cuentas
ResponderEliminarBesos
Pese a que no pasen grandes cosas, por lo que nos cuentas en tu reseña, creo que merecería la pena leerla. Besos.
ResponderEliminarPues este verano me han regalado "Mujeres excelentes" pero todavía no he podido leerlo, así que espero ansiosa la reseña para ver qué te ha parecido (aunque intuyo que te ha gustado mucho). De Elizabeth Taylor también tengo en la estantería "La señorita Dashwood". Prefiero no pensar en todo lo que tengo pendiente... porque acabo de añadir también este libro a la wishlist :))
ResponderEliminar